Las ardillas

     -¿Por qué se cayó la primera ardilla?
      - Porque tropezó con la rama.
      -¿Por qué se cayó la segunda?
      - Porque estaba abrazada a la primera.
     -¿Por qué se cayó la tercera?
      - Porque se pensó que era un juego.

Las ovejas

Una oveja pregunta a su compañera:
     -¿Oye, donde esta el rebaño?
La otra le dice:
     -¿Por qué?
Y la primera responde
      -¡Porque me remeo!

Un forastero, su caballo y su perro

En una ocasión caminaban por el desierto un forastero, su caballo y su perro. En cierto momento, el caballo se para y exclama:

     -¡Tengo mucha sed!

El forastero al oír al caballo hablar se asusta y corre hasta quedar rendido de tal tremendo susto.  El perro, al ver a su amo, hace lo mismo; así, acaban perro y forastero, casi sin poder respirar, tendidos en la arena del desierto. Entonces, exclama el perro:

     -¡Que susto nos dio el condenado caballo!, ¿ehhhhh?                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        

El hombre y los pollitos

Un hombre llega a un bar con unos pollitos y pide un trago para él y sus sobrinos. Después de un rato, el camarero le pregunta:
    -¿Por qué les llama sobrinos a sus pollitos?
Y éste le responde
     -Porque en el camino me los encontré y estaban gritándome: ( Tío, tío, tío...).

El cocodrilo y el perro

Un cocodrilo va caminado cuando se cruza con un perro y le grita:
      -¡ Adiós, bolsa de pulgas!
Y el perro, con mucha imaginación, le contesta:
       -¡ Adiós, bolso de mano!

La rana de boca ancha

Una rana va saltando por la selva cuando, detrás de un árbol, aparece un mono que le dice:
    - Hola, yo soy un mono y soy capaz de ir saltando de rama en rama hasta los confines de la selva. ¿que animal eres tú?
    - Yo soy una rana, pero no una cualquiera, soy una rana de bo-ca an-cha  - dice la rana abriendo  mucho la boca.
Tras este encuentro, la rana prosigue su camino y llega a un río en cuya orilla descansa un gran cocodrilo que, al verla, le dice:
    - Soy de la familia de los cocodrilos y de un solo mordisco soy capaz de comerme una serpiente pitón.
Y la rana sin acobardarse y abriendo otra vez mucho la boca:
    - Soy de la familia de las grandes ranas, las únicas y y verdaderas ranas de bo-ca  an-cha.
En ese momento un tigre se acerca sigiloso por detrás y exclama:
    - Pues yo soy un tigre, pero no uno cualquiera, yo soy de los tigres que sólo comen ranas de boca ancha.
Entonces tartamudeando y empequeñeciendo mucho la boca dice la rana:
    - Yo soy un rana, pero seguro que no una boca ancha.